Foto: Archidiócesis de Sevilla |
El acto comenzó con el rito de apertura en la Parroquia del Sagrario, seguido de una procesión que recorrió el emblemático patio de los naranjos, subió las gradas del altar de la Catedral y, entrando por la puerta de la Asunción, culminó en el altar mayor, donde se celebró la Eucaristía.
El pasado domingo 29 de diciembre, coincidiendo con la festividad de la Sagrada Familia, tuvo lugar en la Catedral de Sevilla la Santa Misa que marcó el inicio del Año Jubilar de la Archidiócesis de Sevilla. La ceremonia fue presidida por monseñor José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla, acompañado por los obispos auxiliares, monseñor Teodoro León y monseñor Ramón Valdivia, además de un gran número de sacerdotes de la diócesis.
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Durante la homilía, monseñor Saiz Meneses subrayó que este Año Jubilar representa un tiempo especial de gracia y renovación, en el que Dios ofrece abundantemente sus dones para la transformación espiritual de los fieles. Lo describió como un momento propicio para el arrepentimiento, para recibir el perdón divino, y para una conversión profunda tanto personal como comunitaria y social.
El arzobispo destacó que es un periodo para avanzar en la vida cristiana, perdonar a los demás y restaurar relaciones quebrantadas en diferentes ámbitos, como la familia, el trabajo y la sociedad. Invitó a reflexionar sobre el propósito de la vida y la necesidad de alinearla con los valores del Evangelio, adoptando un estilo de vida renovado.
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Asimismo, definió el Año Jubilar como una oportunidad única para detenerse, discernir y planificar el futuro con una perspectiva renovada, enfrentando los retos actuales con determinación y mirando hacia adelante con esperanza.